Por Ángel Ramos
Fotos: Ángel Ramos
Tras dos años de educación prácticamente a distancia, los estudiantes del Recinto de Gurabo de la Universidad Ana G. Méndez regresaron al campus de manera presencial en agosto pasado, así como la algarabía y las risas. Para muchos ha representado la vuelta a la normalidad, para otros ha significado volver a acostumbrarse a la rutina de antes de la pandemia.
Así lo ha vivido Gabriela Ventura Espada, estudiante de Comunicaciones con concentración en Relaciones Públicas y Publicidad. “Para mí el regreso a clases presenciales ha sido uno muy emotivo, lleno de muchos retos y cosas buenas para nosotros los universitarios”, afirmó. Además, elogió la logística que ha implantado la institución para el retorno estudiantil.
Por su parte, la estudiante en Tecnología Veterinaria Génesis Z. González Reyes sostuvo que “el regreso a clases para mí ha representado un poco de estrés en mi vida debido a que luego de estar tomando clases en modo híbrido y a distancia en estos últimos dos años, en este último mes se me ha hecho un poco difícil adaptarme nuevamente”.
Para la estudiante doctoral en Medicina Naturopática, Paola N. Arán Dávila, la presencialidad le ha aumentado el aprovechamiento académico. Destacó que, en su disciplina profesional, la educación presencial es parte fundamental. “A los estudiantes que aún tienen dudas si deberían regresar de manera presencial les diría que la universidad se encuentra muy segura con sus protocolos de sanidad. Aparte que todos conocemos que no es lo mismo estudiar virtual a presencial. No desaprovechen esta gran oportunidad de poder obtener sus cursos de manera presencial y aprender de este proceso”, manifestó.