Podemos ver lo grande que pueden llegar a ser los deportes, sin embargo, es claro que no reciben el apoyo que merece.
Por: Krystal Delgado Hernández
Si observamos los países alrededor del mundo, podemos notar la unión tan poderosa que nace a través del deporte. En Puerto Rico, en especial en los años más recientes, se ha podido apreciar este fenómeno tan especial. Al ver esto debemos cuestionar: ¿qué importancia debemos darles a los deportes en Puerto Rico? De igual forma, nos debemos preguntar: ¿están recibiendo esa importancia que tanto merecen?
En años anteriores, hemos visto como el juego de tenis y la pelota lograron, en solo días, poner a todos los puertorriqueños de mano en mano. Los atletas de nuestro país le dieron una sensación de unión y sentido de pertenencia a muchos de nosotros. Vimos como una nación se puso de pies para apoyar a “Los Nuestros” en pelota, y a nuestra atleta de oro, Mónica Puig. En esos momentos pudimos sentir el amor, apoyo y orgullo de nuestra gente, no solo hacia a los atletas, pero también a nuestra cultura y patria. Al ver todo esto, podemos entender que el deporte sí cuenta con el poder de realizar un cambio en nuestra comunidad, nuestra juventud y el país entero. Podemos usar el deporte no solo como un tipo de recreación, pero como una herramienta para ayudar a los jóvenes a mantenerse fuera de malos paso, echar hacia adelante en sus estudios o carrera y, de esta forma, ayudarlos a mantener una vida saludable y activa.
Para los atletas, la vida gira en torno a entrenamientos y juegos, y el apoyo de su gente hace que todo sea más fácil.
Podemos ver lo grande que pueden llegar a ser los deportes, sin embargo, es claro que no reciben el apoyo que merece. Principalmente, los jóvenes comienzan a crear amor al juego en la escuela e, irónicamente, es de los primeros programas que eliminan cuando el presupuesto se ve apretado. Esto no solo limita a los niños que quizás quieran participar, ya sea por falta de dinero, transportación, o cualquier otro pretexto. Lamentablemente, también les quita la emoción y motivación que pudieron sentir en un principio. Desde aquí, los niños y adolescentes se desvían de estos y buscan otras actividades para invertir su tiempo. Debemos entender que el deporte en nuestra Isla es una de las mejores maneras de mantener a nuestros jóvenes y niños fuera de la calle, enfocados en los estudios y, a largo plazo, pueden tener grandes recompensas en un futuro.
Es importante que, como país, pongamos de nuestras partes para que se cree un mejor apoyo hacia los deportes y nuestros atletas que dedican su tiempo a entrenar y representarnos alrededor del mundo. La falta de apoyo y recursos tiene un grave efecto. Debemos tomar en perspectiva que esto es más que un entretenimiento para aquellos que dedican la mayoría de su tiempo a estos. Para los atletas, la vida gira en torno a entrenamientos y juegos, y el apoyo de su gente hace que todo sea más fácil. A pesar de las dificultades que se puedan vivir en nuestra Isla, siempre podemos contar con ir a la cancha, el estadio, o cualquier negocio de la esquina a ver un juego y olvidarnos del resto.