Nervios a flor de piel en el Buró de noticias 2019

Sorpresa. Miedo. Palabras cortas con significados enormes en sentimiento. Ambas
sensaciones reinaron en mi mente mientras miraba sin escuchar realmente la orientación
muda que me ofrecía la profesora María Vera, la directora del Departamento de
Comunicaciones, al comprender lo importante y grande de la oportunidad de formar parte del
Buró de Noticias 2019. Siete días poniendo en práctica intensa el poco conocimiento que
había adquirido en clase aventurándome en vivo y en directo, sin tiempo, ni espacio para los
errores.

Estudiantes del Buró de Noticias

por: Kamila P. Bernard Rivera

La excitación inicial había claudicado y solo captaba letras chocando con mi tiesa
tráquea ¿Un reportaje? ¿Una entrevista a un profesor? ¿Un escrito para el escogido oficial?
UNA COMPETENCIA. Nervios a flor de piel y temblequeos perceptibles solo a mi autoría.
La insuficiencia y la frustración prematura quieren surgir a la superficie, pero por primera vez
tomo el control y decido apoderarme de la poca valentía en mi interior y aceptar el reto.
Sentencio no ser la niña asustadiza de siempre que rechaza las oportunidades. Esta vez voy a
cumplir con la bravata y me demostraré de lo que soy capaz.
No faltó el escuadrón taíno que sin tener algo que ver sudaron junto a mí por el bien
del desafío. La ayuda recibida por parte de Eduardo y los concejos de Bianca fueron vital
para la realización del video que enviaría al profesor encargado de la selección.
Una cascada indescifrable cayó sobre mí al abrir el correo electrónico anunciando mi
entrada al Buró. Siendo sincera no sabía qué sentir y, mucho menos, cómo expresarlo. Las
dudas regresaron de sopetón y mi actitud tambaleó. Sentía orgullo, pero a la vez ansiedad.
La culpabilidad también dijo presente. ¿Por qué no podía sencillamente celebrar esta hazaña
y continuar el camino que se abrió ante mí?

Nuevamente, encontré las fuerzas para levantarme del escondite al que no quería
volver. Me preparé, conocí a mis mentores y compañeros y practiqué la escritura
periodística para esa semana tan importante donde representé no solo a mi universidad, Ana
G. Méndez, sino también a todo estudiante de periodismo y comunicaciones.
La Semana de la Prensa ha comenzado y el entusiasmo no mermó a pesar del gran
momento histórico por el que pasa el país. Junto con el exhaustivo trabajo, pues escribí dos
artículos, una entrevista, por primera vez grabé y edité un video y me encargué de la
cobertura fotográfica, también compartí con personas maravillosas. De Joshua, Jovanska,
Arislyn, Zaelys, Paola, Kiara, Javier y Alondra aprendí cualidades hermosas. No es necesario
cursar todo un semestre para conectar con un grupo de personas siempre y cuando sean las
indicadas. Fui testigo de la pasión y dedicación de estos individuos luchando por un futuro
brillante. Conté con mentores dispuestos a guiar y enseñar como lo fueron Kiara Marie,
Kenia, Adnam y Jovelisse. Sin la comprensión y dirección del profesor Matos nada hubiese
resultado de la manera en la que lo hizo. Por último, pero no menos importante, no puedo no
mencionar la presencia de dos personas que más que compañeros son casi mi familia. Roy y
Paola fueron mi mano derecha a partir del momento uno. A partir del primer momento
trabajamos mano a mano cuidándonos y procurando por el otro durante cada paso. Juntos,
logramos esta proeza.
Las amanecidas, las frustraciones, el no saber si hacía bien la tarea, las
preocupaciones… déjenme decirles que valió la pena. Aprendí nuevas habilidades y la
importancia de la comunicación en el trabajo en equipo. De no haber aceptado la
convivencia de esos días, no hubiese aportado otra semilla de crecimiento y maduración en
mi conciencia. Tal vez no sea en el mismo ámbito, pero todos debemos aceptar los miedos y
hacernos cargo de crecer con ellos para superarlos en grandeza.